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Historia

     La Universidad Canina de Panamá nace tras el deseo de Caro Sacco CPDT-KA, fundadora y rectora de la Universidad Canina de Venezuela por vivir en un país donde las mascotas formen parte de la sociedad como ciudadanos respetados con derechos y deberes como nosotros.

kro 1     “A los 2 años mis padres incluyeron a Triqui, un collie que fue mi amigo y niñero, a la familia. Él fue mi primer perro y desde entonces siempre ha habido miembros familiares de cuatro patas. Nuestros padres siempre nos enseñaron a respetar y a cuidar a todos los seres vivos por igual y así fue como, cuando tenía 11 años y mi hermana 7, que nos iniciamos en la educación canina.

     Desde aquel momento noté en ella un gran interés por los animales tal que comenzó a entrenar a otro perrito muy malhumorado que teníamos en casa – aunque originalmente deseaba entrenar delfines – de forma intuitiva inspirada por programas de televisión y películas con animales actores que analizaba hasta más no poder. Ella soñaba con poder enseñarles todas esas cosas a nuestras mascotas y con poder ir a todas partes con ellas, pero en Venezuela no existía ningún lugar donde pudiera aprenderlas. Así, a sus 7 años notó que, a pesar del mal humor de ese perro, le gustaba mucho comer y logró enseñarle a sentarse, acostarse y dar la pata dándole comida cuando hacía lo que le pedía. Esto reavivó mucho sus sueños ya que, aunque nadie le dijo cómo hacerlo, ¡había funcionado!

kro 2     Luego, cuando Caro tenía 8 años llegó Ponqui, una perrita muy especial a quien le enseñó obediencia básica que años más tarde cuando ya era mayor y casi no oía tuvo que enseñarle todo nuevamente usando solo señas con sus manos y cuerpo. Ella fue la segunda a quien entrenó y su temperamento opuesto al del primero nos enseñó que, al igual que nosotros, cada perro tiene su propia personalidad y los métodos se deben adaptar a cada uno.

     A los 12 años pensó que cumpliría su sueño de tener un perro entrenado “de verdad” ya que había logrado ahorrar suficiente para pagar un entrenador a domicilio para Cindy, otra perrita de nuestra casa. Nunca había estado tan emocionada hasta que comenzaron las clases y notó que lo que el entrenador hacía era lo mismo que ella venía haciendo (con mejor manejo, por supuesto). Esto la motivó mucho hasta que de un día para otro esa persona desapareció sin haber culminado las clases y habiéndose llevado su dinero. En ese momento decidió que ella misma cumpliría sus sueños. Leyó MUCHO y la casa se llenó de revistas y libros, aunque sin duda no hubiese logrado nada sin haber tenido a los mejores profesores del mundo: nuestros perros y los de sus amigos. Incluso logró enseñarle algunas cosas a un conejo. Luego con internet tuvo acceso a muchísima más informacón y finalmente logró enseñarle a Cindy los comandos que quedaron pendientes y trucos como dar la pata, hacerse la muerta y saltar por un aro.

     Al presenciar cómo nuestros perros iban aprendiendo tantas cosas decidí incluirme más en las clases y aprender junto a Caro acerca de la educación animal. Seguidamente, desde el año 2001 trabajé en campamentos adscritos a la Asociación Venezolana de Campamentos, lo cual me permitió trabajar no solo con niños de diversas edades y condiciones sino también con nuestros perros en shows de trucos.

     En 2007 llegó Kya, una cachorrita tan tierna como testaruda que nos enseñó muchas más cosas y logramos aprender a trabajar juntos en una gran cantidad de trucos y comandos que compartimos con niños y adultos en gran cantidad de eventos donde también nos acompaña su hijo Key, quien además de estar entrenado en obediencia y trucos y protagonizar comerciales de TV, fue criado con mi familia como perro de terapia.

     Por último pero no menos importante, llegó Pulgoso, un cachorro mestizo de edad similar a Kya con muchos problemas de salud y de conducta. Gracias a él y a sus necesidades distintas a las de los otros perros que habíamos conocido aprendimos acerca de lo importante que es una temprana y buena socialización. En su caso logramos ayudarlo a, además de recuperar su salud física, recuperar su salud mental, cuyos daños eran tan graves que lo hacían altamente agresivo hasta el punto de ser devuelto de tres hogares. Ahora es un perro feliz, con buenos hábitos, capaz de pasear sin correa, compartir con otras personas y animales, e ¡incluso ha realizado sesiones fotográficas para marcas reconocidas!

     También tuvimos oportunidad de presenciar el trabajo de otros entrenadores y ello nos motivó mucho más ya que pudimos notar el abundante uso de técnicas de vieja escuela enfocadas en el castigo, imposiciones a los dueños, dependencia en collares u otros objetos y el trato frío hacia los perros muy común del ámbito hace muchos años y que, para nuestro asombro y por desconocimiento de los dueños, eran consideradas correctas. Esto afianzó y reforzó nuestras visiones y deseos de educar tanto a perros como dueños acerca del verdadero entrenamiento positivo y a evitar que dichas técnicas sigan siendo aceptadas.

     Posteriormente Caro se certificó en el Certification Council for Professional Dog Trainers, la principal organización de entrenadores positivos de EE.UU., convirtiéndose en la 1era venezolana en obtener dicha titulación y con mucho esfuerzo cumplió gran parte de su sueño: tener perros entrenados en nivel avanzado por ella misma, se dedica a entrenar perros como profesión a pesar de ser Lic. en Idiomas Modernos de la Universidad Metropolitana, community manager, traductora, realizadora de trabajos de diseño gráfico, entre otros, y puede salir con nuestros perros a casi cualquier lugar. Sin embargo, cada vez que ellos nos acompañan al banco, a la farmacia, a la panadería, etc., la gente nos comenta cómo desearían que sus perros se portaran así. También hemos trabajado con familias con niños tan entusiasmados como nosotros lo estábamos a esa edad y, al igual que nosotros, no tienen dónde aprender estas cosas.

     Así, fundamos la Universidad Canina de Venezuela y con ella dimos el primer paso para lograr nuestro objetivo. Ahora, con la Universidad Canina de Panamá, toda la comunidad tiene acceso a todo aquello que fue un sueño por tanto tiempo. Queremos que la gente se dé cuenta de que sus perros SÍ pueden portarse así de bien con paciencia, cariño y constancia, y poco a poco incrementar la cultura de mascotas en nuestro país con más dueños responsables y más perros educados“.
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